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Historia de la Energía Eólica

Historia de la Energía Eólica

Publicado : 11/02/2020 - Categorías : General

La energía eólica es una de las alternativas de energía renovable que más se asientan en la actualidad y en este artículo repasamos su historia, muy ligada a la humanidad. El término energía eólica, por ejemplo, proviene de Eolo, el dios de los vientos de la mitología griega. Y es que el viento ha acompañado a la humanidad en muchos momentos, ya fuera como fuerza motriz o permitiendo el movimiento de molinos o aerogeneradores.

Eolo decide tempestades y vientos favorables

Hoy en día la energía eólica se obtiene de grandes aerogeneradores, que son capaces de generar electricidad mediante energía cinética; un proceso que permite convertir la fuerza del viento en energía para las actividades humanas. También se considera que es una energía renovable y limpia, al no contaminar y ser prácticamente infinita. Esto se determina al comparar a la fuerza del viento con otras fuentes de energía; justamente las mismas que lograron desbancar al viento en el pasado. Es por ello que apostar por el viento no es nada novedoso, es una vuelta a nuestros orígenes.

 

¿Cuándo empezamos a utilizar la fuerza del viento?

Eólica y térmica

Las primeras fuentes de energía que fueron utilizadas por la humanidad, así como las más importantes en algunos tiempos, fueron la madera y la fuerza motriz. Es así por la proliferación de bosques en varias regiones del planeta, que permitían obtener poder calorífico gracias a la quema de leña. Del mismo modo, la fuerza motriz ganó peso con el uso de animales y, con el paso del tiempo, con el aprovechamiento de agua y viento.

El trabajo era físico, aunque se aprovechaba la fuerza de los animales para ahorrar esfuerzo en las actividades; por ejemplo, el uso de vacas, bueyes y caballos. La llegada de la Revolución Industrial lo cambió todo, ya que la máquina de vapor revolucionó el mundo tal y como se conocía; llegaron las fábricas o la locomotora y cambió el modo de producción y también de transporte, tanto de mercaderías como de personas. También coincidió con el progresivo auge del carbón y, especialmente, el petróleo.

Todo ello permitió que existiera una evolución en varios aspectos pero el que más afecta directamente a la energía eólica son todos los avances en la generación de energía eléctrica. La fuerza del viento había sido empleada en el pasado, ya fuera para moler trigo, extraer agua o permitir la navegación en alta mar. Pero gracias a los avances en generación de electricidad, la fuerza del viento podía ser aprovechada no para una finalidad directa sino para ser transformada en otra energía. Todo ello gracias a la evolución de la mecánica, la energía cinética y la acumulación de electricidad. Con la llegada del siglo XX aparecieron los aerogeneradores, una revolución tecnológica e industrial que lo cambiaría todo.

¿Para qué servía en la antigüedad la fuerza del viento?

Navegación

La energía eólica tiene un rastro que podemos seguir mediante la propia Historia. En todo caso, es una de las fuentes de energía que fue aprovechada por las personas junto con la energía solar. Si el sol era de utilidad para poder conrear o recibir calor, la fuerza del viento era de especial utilidad para el desplazamiento. En épocas antiguas en las que no se disponía de otras tecnologías, se aprovechaba con astucia la fuerza del viento.

Aire útil para el desplazamiento

Se calcula que entre los siglos VI y V a. C. la fuerza del viento era ya aprovechada para poder navegar, algo que se puede saber gracias a grabados de civilizaciones pasadas, como es el caso de los egipcios, fenicios o romanos. En todo caso la navegación más pionera, aún vigente, es la que se basa en la impulsión mediante viento; con vela. Una técnica que se fue puliendo con el tiempo, abandonada con la llegada de otras fuerzas de impulsión de mayores prestaciones, pero que fue la primera que nos permitió surcar los mares.

¿Cómo se aprovechaba la fuerza del viento?

Molino de viento y bomba eólica

El aprovechamiento de la energía eólica mejoró con el paso del tiempo, aunque su principal exponente es el molino de viento. Se calcula que su origen es en el siglo I d. C. y aún se emplea en la actualidad. En primera instancia el molino de viento permite que la fuerza del viento mueva unas aspas o hojas rectangulares de gran tamaño; lo que cambió con el paso del tiempo fue la evolución, tanto de sus usos prácticos como de la mecánica de los propios molinos.

En un principio el molino se utilizó para el funcionamiento de órganos, aunque con el paso de los siglos su uso ya se encaró a funciones más prácticas, como moler trigo. También se utilizaron para otras actividades, como la extracción de agua. Es por ello que podemos concluir que la primera turbina eólica o molino fue empleada para producir sonidos, aunque su función principal acabó siendo moler trigo.

Molino de viento - Energía eólica

La evolución de los molinos llegó con su implementación en Occidente. Su llegada a Europa los catapultó, instalándose en todos sus rincones y logrando una evolución de sus ejes, sistema de engranajes, estructura y uso. Los molinos de eje horizontal, con una estructura de torre hecha de piedra y aspas de madera cubiertas de tela o de finas planchas de madera fueron los más empleados, permitiendo que la maquinaria situada en la base de la estructura funcionase de forma autónoma y en función de la fuerza del viento; lo que hoy llamamos energía renovable.

Este tipo de molinos aún son empleados en la actualidad, aunque han perdido peso con el paso del tiempo y, especialmente, con la llegada de otras fuentes de energía. De todos modos, los molinos de viento son, junto con la impulsión en navegación mediante vela, los dos precedentes históricos más destacados del uso de la energía eólica de un modo práctico y por parte de la humanidad. En los años 70 y con la crisis del petróleo, llegaría un renacimiento de este tipo de energía.

En Estados Unidos, por su parte, se desarrollaron bombas eólicas que permitían bombear agua. Su auge fue de especial relevancia, ya que gracias a ellas se cubrieron las necesidades de las máquinas de vapor. Todo ello permitió que el ferrocarril se expandiera en Estados Unidos, a la vez que garantizó que la ganadería y la agricultura pudieran extenderse en aquellos territorios en los que era complicado obtener agua.

¿Cómo se aprovechaba la fuerza del viento?

Turbina eólica moderna

En el año 1887, un estadounidense inventó la primera turbina eólica que era capaz de generar electricidad. Sus prestaciones no eran muy buenas, aunque fue el inicio de una evolución que continúa en la actualidad. A su vez, permitió acuñar el término de turbina eólica, dejando atrás al molino de viento y modificando su uso para moler grano o trigo para generar electricidad.

Más adelante, ya en la década de los 70 y 80 y vinculado a una crisis del petróleo, la turbina eólica volvió a recibir grandes evoluciones. Estas llegaron desde Alemania y mejoraron la tecnología de los aerogeneradores, logrando que estos empezasen a ser rentables económicamente, así como mejorando su capacidad para generar energía.

¿Cuáles son las ventajas de la energía eólica?

Ventajas

La energía eólica ha sido aprovechada, como hemos visto, a lo largo de la Historia y para diferentes finalidades. Asimismo, existe una clara evolución para aprovechar la fuerza del viento desde las velas que permitían navegar hasta llegar a los aerogeneradores actuales, así como a los parques eólicos que se instalan en la superficie e incluso en alta mar.

Las ventajas de la energía eólica tienen mucho que ver con el hecho de que el viento es totalmente natural. Fue empleado para la navegación como un modo de aprovechar los recursos disponibles y, hoy en día, es la alternativa a seguir utilizando fuentes de energía que son finitas y, además, altamente contaminantes. La combustión de los combustibles fósiles causa gases contaminantes que provocan alteraciones en el clima, por lo que encaja como una fuente de energía que no contamina ni tiene impacto medioambiental.

Otra de las ventajas es que la tecnología ha evolucionado, y evoluciona, a pasos agigantados. Es por ello que se puede aprovechar la fuerza del viento para generar electricidad, mediante dispositivos que aumentan su fuerza y generan mayores cantidades de energía. Quizás la humanidad no estaba preparada para cubrir las necesidades energéticas con la eólica en el pasado, pero la constante evolución permite dilucidar un futuro en el que sí sea posible, además de necesario.

A su vez, los parques eólicos son cada día más rentables, por lo que el coste de la inversión tiene rentabilidad en poco tiempo. Este es un hecho fundamental, ya que la energía eólica puede competir en rentabilidad con las demás fuentes de energía.

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