Cabezal termostático Orkli Harmony sensor líquido para llave termostatizable

Cabezal termostático Orkli Harmony sensor líquido para llave termostatizable, permite regular la temperatura por zonas con precisión. Es usado para radiadores, homologado en las Normas Europeas (EN-215), con la nueva tecnología del sensor líquido M28 que hace que este cabezal sea más eficiente y la posiciona muy bien en el mercado. Su diseño es elegante y estilizado gracias a sus suaves curvas y su superficie suave.

El cabezal termostático Orkli Harmony para llave termostatizable, ofrece un mayor rendimiento gracias a sus mejoras en su influencia en la temperatura del agua, la precisión y su rápido tiempo de respuesta. Tecnicámente, es eficiente debido a su extensa superficie ranurada de la maneta y a su sensor líquido, que cuenta con la tecnologia Harmony LX.

Características de Cabezal termostático Orkli Harmony sensor líquido para llave termostatizable

• Cabeza termostática Harmony LX con sensor líquido M28.
• Vt menor que (0,4 en M28x1).
• Disponible accesorio antirrobo.
• Dispone de blocaje de la maneta y dispositivo antihielo.
• No se requieren herramientas para el montaje en la válvula.
• Dispone de topes para bloquear o seleccionar rango de temperatura.
• Se monta sobre cualquier valvula termostática de Orkli y controla con precisión la temperatura de cada habitación y proporciona un confort y ahorro energético considerable al usuario final.
• Adaptable a válvulas termostatizables.
• Tiene un campo de trabajo de 5°C a 27°C.
• Homologación en Normas Europeas (EN-215).
• Para aplicaciones estándar en agua caliente de calefacción.

Dimensiones de Cabezal termostático Orkli Harmony sensor líquido para llave termostatizable

Funcionamiento de Cabezal termostático Orkli Harmony sensor líquido 

El funcionamiento consiste en la variación del volumen del líquido contenido en el cabezal termostático Orkli harmony, éste varía en función de la temperatura ambiente. Variación de volumen que provoca un desplazamiento del mecanismo interior provocando la apertura o el cierre de la llave modulando así el flujo de agua que entra en el equipo calefactor. En el momento en que se aumenta la temperatura de la estancia a la deseada por el termostato, el cabezal cierra progresivamente la válvula, de esa manera permite pasar un caudal de agua mínima indispensable para mantener constantemente la temperatura ambiente contribuyendo al ahorro en consumo de energía.